En primavera no hay palabras que describan el espectáculo. La diversidad de especies permite que el periodo de floración se prolongue mucho, disfrutando de cambios que pasan por amarillo de las retamas al blanco y rosa de las jaras y posterior morado de las lavandas. Cada especie en semanas distintas.
El verano es una época también magnífica para visitar la zona, los barrancos espesos de vegetación y las zonas de agua proporcionan un ambiente fresco.
El otoño coincide con la época de recogida de la aceituna. El olivar tiene su máximo explendor. Sus suelos tapizados de vegetación toman su color verde intenso.
Algunos años la nieve nos visita. Su presencia es escasa a esta altitud. La humedad es muy alta y el paisaje toma un verdor característico.
Una de nuestras maravillas es el bosque de alcornoques que reodea al olivar, auténtica joya de conservación. Periódocamente se extráe el corcho abriendo de forma manual unas pequeñas sendas que nos permiten adentrarnos en este entorno virgen y de otro modo inaccesible. La diversidad botánica nos transporta a otra época, abundan los durillos, madreselva, diversas especies de jara y numerosas aromáticas, (tomillo, romero, oréganos, lavanda), creando un ambiente propio de los bosques lluviosos. Entre las especies arbóreas destacan alcornoques, encinas, robles y madroños.
Al tratarse de una zona de especial protección hemos buscado la máxima integración y el mínimo impacto en nuestro pequeño asentamiento. Se trata de una plataforma con maravillosas vistas al pantano y la sierra de Gredos donde contamos con 4 pequeñas construccciones, tres de ellas de madera y una de adobe. La luz proviene de energía solar y eólica. Esta pequeña infraestructura nos permite poder ofrecer a las visitas un confortable espacio para las catas y degustación de los productos, así como charlas y proyecciones sobre olivicultura. Este espacio nos da también la oportunidad de personalizar las visitas en casos de grupos o empresas. Se pueden realizar comidas y eventos especiales. Entra en el apartado de contacto y consultanos.
Las vistas desde la finca además de la sierra de Gredos abarcan el pantano de Valdecañas, con una superficie de 7.300 has es uno de los más grandes de la cuenca del Tajo. En su construcción se inundaron varios nucleos de población, entre ellos Talavera la Vieja, antigua ciudad romana de Augustobriga, actualmente los únicos restos se encuentran junto al pantano. Se trata de las columnas de un antiguo templo y los denominados mármoles, pórtico de Curia, único conservado en todo el mundo romano.